El viernes 15 de noviembre de 2024 presenté mi renuncia a encabezar el Ministerio de Comunicaciones, Infraestructura y Vivienda (CIV). Habría querido más tiempo para concretar el impacto, pero igual hay logros que importa contar, cosas que vale la pena seguir mientras se superan los errores que pudimos hacer. Además del vídeo, transcribo abajo el contenido de mi conferencia de despedida, con revisiones para hacerlo más legible.
Necesitamos involucrarnos
En los últimos 16 años, este Ministerio de Comunicaciones, Infraestructura y Vivienda (CIV) ha consumido más de 100 mil millones de quetzales. Esto sale a razón de 6.4 mil millones de quetzales al año. Y sin embargo, tenemos una infraestructura en pedazos. No hay infraestructura y tampoco está el dinero.
Nosotros vinimos al ministerio y la tarea por la que se nos juzga todos los días es por cinco y pico meses, frente a lo que causaron esos 16 años. Pongamos esto en perspectiva. Recibimos el ministerio en mayo de 2024, con una ejecución de 12% del presupuesto. A finales de octubre de 2024 andábamos en 51% de ejecución. Eso es 7.8% del presupuesto cada mes, en promedio.
Si hubiéramos recibido el ministerio en enero y entregáramos en diciembre, a ese ritmo llegaríamos al 93%. No es el 100%, pero tampoco es la baja ejecución que algunos nos achacan. Esto permite señalar que sí es posible ejecutar en una institución como esta, tan llena de corrupción, enfrentarla con transparencia, con dignidad y de todas maneras hacer la tarea sustantiva, que es realizar la obra pública y ejecutar el presupuesto.
Es muy fácil perdernos en que esta cosa no camina, por las miles de razones que conocemos, pero sí puede caminar en la dirección correcta. Me paran en la calle las personas y me felicitan, piden que siga adelante. Y yo lo que quiero contestar a la ciudadanía guatemalteca hoy es que necesitamos más gente dispuesta a hacer esto, no solo a dar la felicitación, sino venir acá y hacer esta tarea, porque sí se puede.
Una de las razones por las que termino sirviendo en este puesto es porque al señor presidente nadie le aceptaba el cargo. Necesitamos que los guatemaltecos y guatemaltecas de bien hagan este trabajo, corran ese riesgo, porque de lo contrario nunca va a cambiar la patria. Particularmente porque, si nosotros lo hacemos a jalones y empujones, los mafiosos lo hacen continuamente y con gran pericia.
Así que, si queremos que esto cambie, debemos cambiarlo nosotros mismos. De lo contrario no va a cambiar.
Superar la corrupción en carreteras
El plato fuerte de este ministerio, sin duda, son los caminos de este país, que están despedazados y escasamente sirven. Comenzamos a hacer cosas, sobre todo a reconocer que el problema en este país es que solo se construye el camino que se pide con insistencia, una insistencia que con frecuencia significa dar coimas, una insistencia que con frecuencia significa amenazar al Ministro de Comunicaciones en citaciones en el Congreso. Y solo entonces se construye el camino o se le da mantenimiento.
Eso no es normal y no debe ser así. Los caminos se deben construir porque hacen falta, porque se incluyen en un plan y ese plan se ejecuta, y esa ejecución se traduce en carreteras. No porque insistamos amenazando hasta que algo sucede, porque eso abre la puerta a la corrupción.
Si la forma de conseguir un camino es insistiendo, reclamando, el que va a tener más éxito es el que pague la coima más grande. Y eso es lo que sucedió en el pasado: todo el mundo pasaba al despacho a pagar su peaje, a pedir sus favores. En esta gestión demostramos que sí se puede trabajar sin eso. Los propios contratistas, en este sector que es bastante oscuro, agradecen no tener que seguir poniendo ese peaje de 15% a 20%. Se puede hacer la obra pública y se puede hablar de contratos sin tener que entrar en ese negocio tan sucio.
Leyes que importan
Trabajamos con el Congreso y hace apenas unos días se aprobó la Ley de Infraestructura Vial Prioritaria en este país, después de 7 años de discusión. Una ley imperfecta, pero una oportunidad maravillosa, que lo que necesitaba era un Ejecutivo y unos diputados que se sentaran a platicar, a negociar como sociedad democrática, en torno la necesidad de las carreteras.
Hoy tenemos una Ley de Infraestructura Vial Prioritaria que permitirá que haya más y mejor competencia en el sector de la construcción vial, incluyendo constructores internacionales en condiciones de igualdad de competencia. Con esa ley dijimos que acá se puede trabajar, se pueden hacer mejores carreteras y pueden competir los contratistas. Pero lo primero es que el Estado debe ser fuerte, tiene que tener control. Por eso, una de las cosas que más discutimos e insistimos en ella era el sistema de gobernanza que describe.
También abordamos el tema de los proyectos judicializados, que no se podían atender porque estaban dentro de esos pésimos decretos que se hicieron de emergencia en 2022 y por los que la obra pública se estaba deteriorando y se sigue deteriorando. Alguna gente no sólo era corrupta, sino además chambona en términos de técnica legislativa y chambona en términos de contrataciones. Pero dijimos, no, a esto hay que entrarle.
Una y otra vez en el Congreso y los periodistas preguntan: usted va a terminar de hacer esa obra con esa empresa corrupta? Y la respuesta consistente ha sido: si lo permite el contrato y lo admite la ley. Y eso es exactamente lo que sucedió, siempre que pudimos desentrampar la obra pública.
El ejemplo perfecto es el paso a desnivel de la 53 calle y Avenida Petapa. Hoy decimos que aún no hay paso a desnivel y es cierto. Pero hoy hay posibilidad de terminarlo, cosa que antes no había, porque nos corrimos el riesgo y dijimos, esto hay que hacerlo. Es lo que sucedió en el aeropuerto, con las gradas eléctricas. Un negocio terrible y, sin embargo, ahora se pueden terminar.
Nuevamente, esto dependió de la buena conversación, del esfuerzo de los diputados del Movimiento Semilla y de los otros diputados que votaron a favor de la ampliación presupuestaria (decreto 17-2024), que permitió resolver los obstáculos legales. A ellos les agradezco también, porque pudimos trabajar juntos y lograrlo.
Finalmente, construimos las bases para abordar el desarrollo de los caminos rurales, que son una pieza clave del programa de gobierno del Movimiento Semilla. Porque no se vale sólo construir los caminos de quienes vivimos en las ciudades y usamos directamente las carreteras.
Un ministerio con una cartera muy diversa
Es fácil pensar que el Ministerio de Comunicaciones es solamente las carreteras, pero es Comunicaciones, Infraestructura y Vivienda. Hace de todo y yo quiero muy rápidamente repasar, porque he tenido gente muy buena trabajando conmigo, haciendo esas cosas buenas que también quedan tras seis meses de trabajo, para que las siga otro y que las haga bien, porque aquí necesitamos continuidad.
Resultados en transporte
Implementamos las primeras medidas eficaces de rescate del aeropuerto. Frente a ese aeropuerto que se deterioraba cada día más, que era desagradable de transitar, reconociendo con realismo que se empieza con lo pequeño y después se va creciendo, se comenzó el rescate. Ese rescate incluye una negociación incómoda, necesaria y dura con el proveedor que estaba quedando mal por las elevadores y las gradas eléctricas. Incluye la recuperación de la pista de taxeo, que en 40 años no se había atendido. Y ahora estamos concursando la renovación del aire acondicionado. Un director pasado de aeronáutica civil solía inaugurar los baños del aeropuerto una y otra vez. Nosotros simplemente lo limpiamos.
Recuperamos la rectoría sin corrupción de la Dirección General de Transporte, uno de los lugares más corruptos de este ministerio, que afecta a las personas que tienen que viajar por nuestras pésimas carreteras para llegar a su pueblo, a su aldea o para llevar su carga.
Afianzamos la posición del Ministerio de Comunicaciones como Autoridad Portuaria Nacional. Porque el problema, de nuevo, de un estado débil, es que le dicen que haga cosas, pero no le dan con qué ni le dicen cómo. Pues hoy tenemos una ley, publicada este mismo día, que delimita lo que significa ser la Autoridad Portuaria.
Resultados en Comunicaciones
Impulsamos el Plan Nacional de Conectividad, algo que debió haber sucedido desde que se comenzaron a subastar y vender frecuencias de telefonía. Hoy es realidad. Hay fondos que se usarán para alcanzar a los más desconectados, a ese 10% de población más lejana, más rural. Lo hicimos potenciando a Guatel, que no compite deslealmente con las empresas privadas, sino que, todo lo contrario, las complementa atendiendo al 10% que por razones comerciales no tiene sentido atender, pero que por razones ciudadanas es obligación servir.
Pusimos antenas de internet satelital en lugares donde nunca había habido internet. Mostramos que eso puede y debe seguir. Apenas empieza con 100 escuelas, centros de salud e instituciones de seguridad ciudadana y de policía, y debe seguir.
El derecho a la vivienda digna
En vivienda y desarrollo urbano, justamente porque creemos que hay que actuar con intención incorruptible, siempre nos resistimos a pagar los subsidios a la vivienda otorgados de manera irregular. Nos resistimos a pagarlos porque la ley lo prohibía, pues los amparos se respetan. Y ahora empezamos a pagarlos, porque una corte lo manda y de eso se trata respetar la ley. Incorruptiblemente un funcionario hace lo que la ley le manda.
Retomamos la discusión del código de la construcción. Van 48 años desde el terremoto de 1976 y Guatemala sigue sin un código de construcción. Lleva mucho esfuerzo resistirse por casi medio siglo a hacer un código de construcción.
Los edificios del Estado
Impulsamos la innovación para tener arquitectura modular temporal que con dignidad asegura la continuidad de los servicios de educación y de salud después de las tormentas y que se puede instalar en menos de una semana.
Cambios institucionales para acabar con la corrupción y conseguir eficiencia
Comenzamos la implementación de la unidad de probidad en el CIV, que es parte de la red nacional de probidad que lidera la Comisión Nacional contra la Corrupción. Y la hemos instalado y comienza a operar para asegurar que todos los funcionarios y empleados públicos nos portemos como debemos y rindamos cuentas.
Después de cinco años en que no se había hecho una sola compra de computadoras en la planta central de este ministerio, hemos adquirido equipos para dotar a todo el personal con tecnología. Este es el punto de partida para la digitalización de los expedientes y para digitalizar y automatizar los sistemas de información geográfica, algo que hace muchísimo tiempo tendría que haberse hecho.
Le pusimos freno práctico a la corrupción que enfrentamos en el socavón del kilómetro 44 y en las actividades de mantenimiento de Covial; una corrupción persistente, resiliente y resistente a la cual le plantamos cara, porque esa gente prefiere pensar en cómo se va a ganar el billete fácil, antes que en la necesidad urgente de la sociedad. Nuestro negocio no es con los que piden el 15% ni con los que dan el 15%, nuestro negocio es representar a la ciudadanía ante eso. Y con el costo que tuvo —y vaya que lo tuvo— lo hicimos, porque eso es lo que toca.
En ese mismo marco, iniciamos la negociación de un convenio con UNOPS. Confío que ese convenio se concrete, así como ya lo estamos viendo en salud, para que la administración de los contratos, y sobre todo la supervisión de los contratos, por lo menos temporalmente sea realizada por actores que no estén embebidos en ese sistema tan asqueroso que tenemos, sino que comencemos a estar seguros de que el gobierno de Guatemala está recibiendo lo que paga, está recibiendo lo que compra, porque hoy es muy difícil saberlo.
Desarrollamos y hemos presentado un formato de bases de concurso que facilite el que los eventos de compra que salgan de este ministerio tengan una estructura consistente, transparente, donde sea difícil hacer las mañas, como las que enfrentamos con los eventos de COVIAL de los cuales, habiendo más de 230, tuvimos que botar la inmensa mayoría. El Congreso, algunos diputados en particular, se encargan de recordarnos continuamente que los botamos. ¿Por qué? Porque eran fuente de corrupción. Y me como el sapo político, y aquí estoy pagándolo en alguna medida, de renunciar a firmar esos contratos porque son eventos que no salieron como debían salir. Gracias a la iniciativa internacional de El PAcCTO, hoy tenemos bases de concurso que podrían permitirnos que, al menos en el diseño, esto se termine.
Por primera vez, hay un plan de compras de infraestructura publicado en la página del ministerio, donde dice qué es lo que hay que construir. Ahí dice lo que tenemos intención de comprar, y por qué, y dónde. Es el principio para que deje de haber ese negocio que yo llamo la tramocracia, el intercambio de carreteras como forma de comprar la paz social. Tenemos que dejar de hacer esa tramocracia, lo que empieza por planificar, y decir: del dinero que tenemos esto es lo que podemos hacer, esto es lo que vamos a hacer. Si usted quiere que haga otra cosa, dígame qué debo dejar de hacer, porque este es el dinero que hay, y para esto está. Necesitamos esto para que no nos vuelva a pasar lo que hizo el gobierno anterior, que comprometió 3 Quetzales por cada Quetzal disponible. De lo contrario, viene cualquiera, ofrece cualquier cosa, se hace un contrato sin dinero y el resultado es el que tenemos.
Formulamos también un plan de acción inmediato, de respuesta para el desarrollo de las emergencias, para que nunca vuelva a suceder lo que sucedió este año. Y tenemos en diseño las bases de compra de maquinaria que este ministerio necesita para responder a las emergencias. Para que ya no sea este un ministerio mendigo, que debe rogar a las empresas que presten sus máquinas para levantar sus puentes y luego nos pega una puñalada por la espalda alardeando con haberlo hecho.
Agradecimientos
Termino agradeciendo a la presidencia que creyó en mí y que creyó en lo que podíamos hacer, por el tiempo que nos dio para hacerlo. Agradezco a los diputados de Movimiento Semilla que prepararon las iniciativas y que con gran eficacia, a pesar de empezar con una desventaja terrible, están demostrando lo que significa ser un legislador en términos de la técnica legislativa y en términos de la capacidad de negociación. Es por eso que hoy tenemos una Ley de Infraestructura Vial Prioritaria útil al ministerio, y tenemos un decreto 17 de ampliación presupuestaria y confío tendremos un presupuesto 2025 y muchas otras leyes necesarias para que este país salga del hoyo en el que está. Agradezco a ellos, agradezco a los diputados que votaron con ellos para conseguir que estas reformas y modernizaciones legislativas comiencen a suceder.
Agradezco muy especialmente a la gente de mi equipo, esa gente leal, que sabiendo perfectamente que se estaban metiendo al hormiguero, de todas maneras dijeron que sí y que aquí, como estos señores viceministros, y que como todo el equipo que de alguna manera se sumó, están dispuestos a plantar cara a la corrupción, a tomarse los riesgos, porque es una cosa de ciudadanos con interés. A ellos tengo mucho que agradecer porque llegamos hasta aquí por eso.
Agradezco a los periodistas que nos cubren con imparcialidad y que cuentan nuestra historia. A veces para señalar nuestras limitaciones —no las puedo negar, pues hay cosas que hubiera querido hacer mejor—. Y cuando hacemos cosas buenas también las reportan.
Lo bueno cuesta
Agradezco a la población que votó y creyó en la propuesta de Movimiento Semilla, por la que llegamos acá. Pero a la misma vez sí les quiero decir que lo bueno cuesta. Tras 16 años de destrucción y 5 meses de construcción, lo único que se les puede ofrecer, lo único que debieran esperar en este momento es sangre, sudor y lágrimas. Si alguien viene y les dice que les va a resolver el problema de una vez, no le crean, no es cierto. El mejor ejemplo en materia de infraestructura es el libramiento de Chimaltenango, la «mega obra» que se entrega y meses después se derrumba. Eso sucede cuando creemos en esa solución fácil. Porque lo bueno cuesta, acepté este reto, acepté el costo que llevaba y sigo aceptando y seguiré aceptando el costo que se me impone por él.
A los ciudadanos les pido: entiéndanlo. Como hoy, que se desmonta un puente en el kilómetro 17 de la cuesta de Villalobos para construir otro definitivo: ¿qué creen que va a suceder cuando se comienza a desmontar el puente? Se atora el tránsito, porque lo bueno cuesta.
Termino agradeciéndole a mi familia que aguantó el sacrificio, porque por ellos estoy aquí.