La lección es inescapable: la salida fácil no funciona. Algo mejor sólo vendrá del camino largo y difícil de las alianzas.
Hace ratos que nos acostumbrados a la salida fácil. La tentación es grande: conseguir réditos altos a corto plazo es atractivo. Y nefasto.
En 1821, los fundadores del Estado centroamericano buscaron la salida fácil e hicieron trato con Gaínza. En vez de chocar con la Corona, era más fácil comprar a su representante con un puesto atractivo. Dos años más tarde, nuestros padres que apenas lucharon un día encontraron más fácil convenir con Iturbide que construir una nueva economía y una nueva identidad.