El 10 de junio, 21 países firmaron la Declaración de Los Ángeles sobre Migración y Protección. Escaso consuelo para quienes semanas más tarde murieron de calor encerrados en un furgón que los llevaba de contrabando en San Antonio, Texas. Pero no subestimemos lo suscrito, aunque sea palabra de político en un impopular encuentro internacional. El lenguaje es la principal herramienta para ponernos de acuerdo y con frecuencia las palabras terminan siendo más sólidas que el hierro.
La declaración marca un mojón. Como en el viaje del migrante, subraya una trayectoria con paradas, incluso retrocesos. La clave es construir persistentemente sobre el progreso previo. Examinemos lo escrito, entendamos hasta dónde avanza la conversación e identifiquemos lo que falta.
(más…)