Se lo pongo con crudeza para tomarlo en serio: llevamos años practicando ser chambones fiscales.
Recientemente, el Wilson Center de Washington presentó y comentó el estudio Estadísticas tributarias en América Latina y el Caribe (1990-2015), preparado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).
Nuestra parte en los hallazgos del estudio es conocida: en 2015 Guatemala estuvo en la absoluta cola de los países de Latinoamérica en recaudación de impuestos (12.4 % del producto interno bruto versus 22.8 % del promedio regional). Somos, además, uno de solo cinco países en la región que redujeron su porcentaje ese año respecto al anterior. Vamos para atrás. Esta reducción se explica casi completamente por reducciones en impuestos al ingreso personal, a las utilidades y a las ganancias de capital.