“Jornada escolar” no es una escuela sin llave. Jornada escolar sólo existe si tenemos juntos maestros y estudiantes, cinco horas, haciendo lo que toca: enseñar y aprender.
Llega el fin del año, buen momento para pensar en el futuro. Hace apenas un mes, 37 personas firmaron un “Primer Acuerdo Nacional sobre Desarrollo Humano”.
Entre políticos y “testigos de honor”[1] se comprometieron a mejorar la nutrición, la calidad educativa y las oportunidades para los jóvenes. Desde entonces ha pasado de todo. La Corte de Constitucionalidad revolvió más las aguas del río Montt, adquirimos deudas millonarias, nos aprobaron reformas que quizá transparenten la cosa pública y, para rematar, se armó un circo con el caso Siekavizza. Y yo le pido ¿recordar un pacto de políticos?