San Martín ha reducido en más de un tercio la pobreza y la desnutrición. Queda mucho por andar, pero el camino es el correcto.
El funcionario del Departamento de Estado me cuenta que les preocupó el triunfo electoral de Humala. Temían que el Perú fuera la nueva Venezuela.
Sorprendentemente, agrega, el pragmatismo del ex-militar de izquierda ha brindado a la Potencia del Norte la mejor relación con un mandatario peruano en veinte años. Prioriza la inversión social, pero reconoce que necesita el dinero que está en el mercado. Algunos en la élite aún temen que Humala se arranque la piel de oveja y emerja un lobo chavista, pero hasta aquí no ha pasado.