Para entender la migración, he comentado previamente, ayuda usar una perspectiva de economía política. La movilidad humana no es un fenómeno individual ni problema de un solo lugar, sino un proceso que organiza la conducta individual y social en un sistema que articula origen, tránsito y destino dentro de una red de relaciones de poder y recursos.
Los migrantes —siempre agentes y actores, no simples víctimas— deciden abandonar el lugar en que viven por diversas razones. Huir de la pobreza, encontrar espacios para la expresión, educarse o hacer negocios son apenas algunas. Y tienden a migrar entre localidades previamente vinculadas por geografía, historia, economía y sociedad. Salvo por el primero que se mueve a un lugar desconocido, un centroamericano se instala en Los Ángeles o Silver Spring porque allí hay gente de su comunidad o familia, porque ya hay tráfico comercial.
(más…)