Tag: capitalismo

  • La particular costumbre clasemediera de pagar las deudas

    La particular costumbre clasemediera de pagar las deudas

    Clasemediero es quien lo puede tener todo. Nomás que no todo a la vez.

    La clase media puede conseguir una educación universitaria, si sacrifica ingresos propios o de la familia. En casa hay un automóvil. Y cuando hay dos es porque ambos en la pareja trabajan. Sin transporte público decente, corren en un círculo vicioso: el ingreso adicional paga el segundo auto.

    (más…)
  • Por las buenas o por las malas

    Por las buenas o por las malas

    Tras migrar a Guatemala, pasó mi madre una década sin volver a ver a su hermana. Mis hijos viven en distintos países de dos continentes y sin embargo consigo verlos con regularidad.

    Podríamos atribuir el contraste a un eficiente sistema global de aerolíneas, pero eso apenas rasca la superficie del asunto. Tengo una vida de privilegio, con ingresos suficientes —aún el vuelo más barato es más de lo que puede pagar muchísima gente—, el tiempo para viajar y la documentación para atravesar las fronteras sin dificultad.

    (más…)
  • Cuidacarros, monopolio y valor-trabajo

    Cuidacarros, monopolio y valor-trabajo

    Después de un rato tenemos la jerarquía llena de trabajos de mierda, desde abajo y hasta el gerente del banco, muy orondo con su salario gigantesco por hacer nada.

    Vuelvo al cuidacarros de hace un par de semanas, que no me quedé tranquilo con las lecciones que nos dejó pendientes.

    Para recapitular, un cuidacarros es alguien que monopoliza un pedazo de calle y, cuando un automovilista intenta estacionar, le da instrucciones sobre cómo hacerlo —algo enteramente innecesario— y cobra por cuidar el carro. Aun cuando la principal amenaza al automóvil es el mismo pseudovigilante.

    (más…)
  • Entre Maduro y podrido

    La maldición que impone el capitalismo es pensar que todo se puede comprar. Pero los más maldecidos resultan ser quienes piensan que basta con ponerse una camisa roja y parar el mundo para bajarse. Ni lo primero sirve ni lo segundo es posible.

    Latinoamérica desanima al progre más entusiasta. El desastre en Venezuela y Lenín Moreno apenas agarrado del éxito electoral por un pelo en Ecuador dan para desesperanzar a cualquiera. ¿Acaso no hay izquierda que pueda ganar bien?

    Pero el conservador enfrenta otro riesgo: caer en el triunfalismo. Queda demostrado —dirá— que solo el mercado y los líderes de derecha traen el éxito y el desarrollo. Desafortunadamente, la cosa nunca es tan sencilla. Darse por vencido sobre al papel del Estado en la protección social y en la redistribución de la riqueza es olvidar conquistas reales como el bienestar de los nórdicos, la mejora histórica en el trabajo fabril o el exitosísimo cuidado de la salud en Gran Bretaña o en Cuba (sí, esa).

    (más…)

  • La penosa necesidad de validación del «sector privado»

    En la antigüedad, la relación entre poder y riqueza era transparente. Los reyes se arrogaban el mando como derecho divino y se apropiaban del trabajo de los demás porque les tocaba.

    Con la modernidad se entrelazaron de forma nueva dos conceptos. El primero, presente desde la Grecia antigua, fue la democracia: la soberanía es del pueblo, no de un monarca arbitrario. El segundo es más nuevo, el capitalismo: la riqueza es autónoma y pertenece al que la produce. Todos ganamos al reconocer la propiedad y liberar el intercambio del yugo de un monarca expoliador.

    (más…)

  • Para ganar la paz hay que perder la ventaja

    El conflicto es la opción automática cuando persiste la exclusión, la injusticia más básica. El silencio y el olvido, lo muestra la historia, nunca funcionan a la larga.

    La política trata sobre el poder. El Estado es la herramienta para usar la violencia por derecho, para salirse con el propio gusto, no importa lo que quieran los demás.

    Esto no es novedad, siempre ha sido así. En Roma, Londres, Beijing o Tikal, para llegar al trono, el pretendiente mataba a su padre y traicionaba a sus hermanos. Ya en el poder, desconfiaba de todos, sus amigos los primeros. Cuando envejeciera, su hijo le clavaría el primer puñal y empezaría de nuevo el ciclo fatal.

    (más…)

  • Un empresariado inevitable

    Pensar que el mercado lo resuelve todo, o que del capitalismo saldremos como quien se quita una camisa sucia, es tan ingenuo como querer verle los pies al divino rostro.

    Al capitalismo del siglo XXI le urgen reformas profundas. Caducó el balance entre trabajadores, empresarios y Estado, construido desde las primeras huelgas decimonónicas hasta la segunda posguerra mundial.

    El conflicto en dos siglos parió un Estado vigilante, un capitalismo regulado y una ciudadanía industrial con derechos. Pero en nombre de la globalización se desdibujaron los bordes del Estado, se olvidaron los pactos y creció la necesidad de revisar el contrato. Vinieron los primeros reclamos a final de la década de 1990, pero fueron sofocados astutamente en nombre del antiterrorismo después de 2001. La catástrofe financiera de 2008 volvió a poner el tema sobre el tapete. Por más que los bancos se afanan en decirnos que agregan un valor descomunal a las economías, ya no les creemos. Pero no sabemos quién se sentará a la mesa a renegociar el pacto (¿cuál mesa, cuál pacto?, agregaríamos). De allí los desvelos, tanto de empresarios en Davos como de activistas del Occupy Wall Street.

    (más…)

Verified by MonsterInsights