A la mecanografía en algún momento le dieron el golpe en la nuca y salió sobrando del currículo. ¿Qué nos hace pensar que no es hora de hacer lo mismo con el ejército?
Si usted tiene mi edad, seguro que la mecanografía figuró notablemente en su educación. Empezó por sentarse frente a esas teclas duras: «asdf ñlkj asdf ñlkj». También habrá visto de cerca la desaparición de la máquina de escribir, sustituida por el computador. Y con apenas unos años menos que yo, jamás habrá usado uno de esos aparatos. Desde su infancia presiona teclas leves y mágicamente aparecen letras en una pantalla luminosa.
Sin embargo, cuando se elaboró en 2009 el currículo de primero básico, todavía destacaba la mecanografía. En detalle arcaico hablaba de topes marginales y de papel pasante. Apenas un año más tarde, cuando se publicó el currículo de segundo, todo aquello había desaparecido.