Debemos entender que el latrocinio de Pérez Molina y de Baldetti no es un accidental haber dejado entrar a los bribones a la casa del tesoro. Más bien, esta es la forma en que los pícaros cobran hacer gobierno en favor de los injustos.
Seguramente conoce la historia. Ptolomeo y muchos antes de él pensaban que la Tierra estaba en el centro y que los astros giraban en torno a ella. La evidencia astronómica no coincidía con el planteamiento, así que hizo falta inventar epiciclos —vueltas que los astros tendrían que dar encima de sus propias órbitas— para explicar las discrepancias entre lo observado y lo pensado.
Copérnico, combinando razón con evidencia, llegó a la conclusión correcta: la Tierra no es el centro. Incluso el Sol, especuló, no es sino un actor menor en la trama universal. Galileo lo constató con su telescopio al ver lunas que giraban en torno a otros planetas.