Dejamos al nuevo ganador refocilándose en su acceso al poder. Dejamos a sus miopes empoderadores, responsables principales de lo que vendrá.
La política es el arte de lo posible. Lo trillado no resta verdad a la observación de Otto von Bismarck.
La política —agrego con menos elegancia— puede ser también la práctica de lo necesario. Porque quien se mete a política piensa que procura lo indispensable. Esto no habla de la legitimidad de sus intenciones, solo del impulso que llevan. Tan indispensable veía Gandhi conseguir independencia como Stalin el control.
(más…)